viernes, 28 de junio de 2013

'A los profesores abusadores hay que meterlos a la cárcel': Gilma Jiménez

1. ¿Qué ha pasado con las denuncias contra profesores que han abusado de alumnos?
El año pasado, el Secretario de Educación me envió un listado de profesores denunciados por delitos sexuales y no aparecían nombres que me habían dado varios docentes y alumnas. Este año fue capturado un presunto violador en el colegio donde enseñaba, pero su nombre tampoco aparecía a pesar de que desde 2006 tenía cuatro procesos por delitos sexuales cometidos en un solo colegio.
2.¿Está insinuando que la Secretaría es laxa frente al tema?
Suficiente ilustración. La violencia sexual contra niños es atroz y es un crimen cuando el agresor es un profesor. Que un episodio no sea conocido por la Secretaría o que esta no actúe es muy grave, porque por acción u omisión está permitiendo la impunidad y expone la integridad de otros niños.
3. ¿Qué tan frecuente es el abuso sexual entre los profesores?
Son más casos de los que creemos. Las denuncias son pocas porque a los niños no les creen y la institucionalidad 'tapa' los hechos. Los alumnos están en situación de vulnerabilidad social y económica, y con eso se abusa porque el poder de los directivos y docentes de un colegio es muy fuerte.
4.¿Por qué cree que la institucionalidad 'tapa' los hechos?
Hace parte de una actitud de esquizofrenia frente a los niños: el discurso bonito no coincide con las acciones. Las instituciones que se deben a los niños, como la familia y los colegios, en la mayoría de los casos no hacen nada por impedir y denunciar los abusos. La institución educativa desconoce los casos, los invisibiliza, protege al maestro. Para esas entidades hay valores más importantes que proteger a los niños, como la imagen, el buen nombre o una carrera.
5. ¿Hay algún caso en que un docente haya abusado de alumnos y la Secretaría no haya hecho nada?
Sí, el de Richard Cortés, nombrado por la Secretaría en 2005 después de estar provisional, y quien fue denunciado en 2006 por delitos sexuales cometidos presuntamente contra cinco niñas del Colegio Carlos Albán, de Bosa. La Secretaría dice que inició investigación, en 2007 la Procuraduría pidió el expediente pero la Secretaría se desentendió. Hace un mes, la Fiscalía lo capturó en el Colegio Miguel de Cervantes en Usme, a donde había sido trasladado, lo indagó y lo reseñó. Es increíble que alguien denunciado por delitos sexuales siga en clases y que su castigo máximo sea un traslado.
6. ¿Es una falla de Secretaría?
Sí. ¿Cómo es posible que no hagan nada después de que un estudio señala que los episodios de violencia sexual de profesores contra alumnos son muy frecuentes? ¿Cómo es posible que dejen seguir enseñando a un profesor con cinco denuncias y ni siquiera estén enterados del estado de los procesos? ¿Cómo es posible que no tengan protocolos de prevención y denuncias de violencia sexual en los colegios? ¿Cómo es posible que los derechos de los niños se queden solo en discursos bonitos?
7. ¿Cuáles son los tipos de abuso más frecuentes?
El acoso sexual y abusos como manoseos que, por los efectos que producen, son tan graves como una violación con penetración.
8. ¿Los abusos se dan por igual en instituciones públicas y privadas?
Sí, y así lo indica el estudio que contrató el Gobierno sobre violencia en el aula escolar en Bogotá y que fue escondido en 2007. Por circunstancias distintas 'tapan' los casos y tratan de evitar los escándalos y sus consecuencias.
9. ¿Qué tan extendido es el fenómeno en el país?
En Colombia son violados más de 200.000 niños cada año, menos del 20 por ciento de los casos son denunciados, y menos del 10 por ciento termina en sentencias. La violencia se da en todos los sectores. En las clases medias y altas hay más silencio porque se teme al escándalo. En los colegios se ve reflejada esa realidad.
10. ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que las denuncias se queden solo en lo disciplinario y no trasciendan a lo penal?
Es jugar con fuego porque el solo hecho de saber sobre un presunto delito y no denunciarlo penalmente es muy grave y puede constituir otro delito. Más en el aula escolar. Sobre eso vamos a ser contundentes, se acabó el silencio, la indolencia y la impunidad contra los niños. A los profesores abusadores hay que meterlos a la cárcel.