La triste historia de la niña que se suicidó en un colegio de Mariquita
HISTORIAUna vida de abandono, trabajo infantil y abusos de adultos, al parecer, fueron las causas para tomar la fatal decisión.
Jueves 20 Septiembre 2012
Las imágenes en las que una niña de 14 años se dispara en el abdomen con un revólver en un colegio de Mariquita, Tolima, acción que le costó la vida, corresponde al final de una historia trágica de desidia.
De la niña se sabe que fue abandonada por su madre junto a sus seis hermanos, uno de ellos, el mayor, al parecer drogadicto y quien vive en Bogotá. Tras varios años al cuidado de una familia de vecinos, los hermanos quedaron a cargo de la hermana mayor que hoy tiene 17 años.
La niña*, que decidió acabar con su vida en el patio central del colegio, tenía un carácter rebelde que la llevó a mantener fuertes discusiones con su hermana mayor. Eso motivó que se fuera de la casa. "La mamá nunca se preocupó por ellos y nunca se le conoció un familiar cercano aparte de los hermanos", señaló el rector del colegio Institución Educativa Técnica Francisco Núñez Pedroso de Mariquita, Carlos Ángel Orjuela.
Para poder sobrevivir, la niña cargó bultos y vendió pescado en la plaza del pueblo. Tras eso, presuntamente convivió con algunas personas mayores. Luego, para buscar un nuevo camino, ingresó al colegio en donde hasta el martes cursaba primero de bachillerato.
En el colegio tuvo dificultades académicas y en ocasiones prefería quedarse por fuera del salón y no entrar a clase. El rector cuenta que en el corto tiempo que lleva en la institución, él habló con la menor para conocer por qué le contestaba mal a los profesores. "El abandono pudo ser la causa de esa vida sufrida que llevó".
Lo cierto es que a pesar de los problemas, la menor se convirtió en líder y ayudaba en la entrega de refrigerios a los niños pequeños en el colegio. También se vinculó al equipo de microfútbol femenino.
Para poder sobrevivir, la niña cargó bultos y vendió pescado en la plaza del pueblo. Tras eso, presuntamente convivió con algunas personas mayores. Luego, para buscar un nuevo camino, ingresó al colegio en donde hasta el martes cursaba primero de bachillerato.
En el colegio tuvo dificultades académicas y en ocasiones prefería quedarse por fuera del salón y no entrar a clase. El rector cuenta que en el corto tiempo que lleva en la institución, él habló con la menor para conocer por qué le contestaba mal a los profesores. "El abandono pudo ser la causa de esa vida sufrida que llevó".
Lo cierto es que a pesar de los problemas, la menor se convirtió en líder y ayudaba en la entrega de refrigerios a los niños pequeños en el colegio. También se vinculó al equipo de microfútbol femenino.
Corta vida
El martes pasado, cuando llegó al colegio con el revólver, la menor ya sabía lo que iba a hacer. Incluso dejó una carta en la que se despedía de una de las amigas. El rector, a quien le entregaron las misivas, comentó que en una de ellas "le agradeció a su amiga por ser tan buena y que la perdonara". Además le dejó el celular.
Eran las 8:40 de la mañana del martes cuando la niña se fue para el patio del colegio. Allí ya portaba el revólver que, al parecer, sustrajo a una persona con la que convivió en una casaquinta los últimos días.
El rector, quien estaba en el salón múltiple, al conocer el caso salió a llamarla para evitar que se disparara. "Ella me escuchó, alcanzó a acercarse un poco, como a cuatro metros, no dijo nada, sólo movía la cabeza en señal de negación".
Acompañada por una multitud, la niña fue llevada al cementerio. El colegio busca ahora los recursos para pagar la deuda pendiente que dejó su funeral.
El martes pasado, cuando llegó al colegio con el revólver, la menor ya sabía lo que iba a hacer. Incluso dejó una carta en la que se despedía de una de las amigas. El rector, a quien le entregaron las misivas, comentó que en una de ellas "le agradeció a su amiga por ser tan buena y que la perdonara". Además le dejó el celular.
Eran las 8:40 de la mañana del martes cuando la niña se fue para el patio del colegio. Allí ya portaba el revólver que, al parecer, sustrajo a una persona con la que convivió en una casaquinta los últimos días.
El rector, quien estaba en el salón múltiple, al conocer el caso salió a llamarla para evitar que se disparara. "Ella me escuchó, alcanzó a acercarse un poco, como a cuatro metros, no dijo nada, sólo movía la cabeza en señal de negación".
Acompañada por una multitud, la niña fue llevada al cementerio. El colegio busca ahora los recursos para pagar la deuda pendiente que dejó su funeral.
Tomado de semana.com 21 de septiembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario